Meterse a lo grande
Con esta estrategia el empresario intenta crear un mercado o una industria totalmente nueva.
Es una estrategia que no garantiza el éxito ni perdona errores. Pero si se acierta la recompensa es enorme.
Requiere un objetivo ambicioso o está destinada a fracasar.
Golpear donde nadie a golpeado
La segunda estrategia puede ejecutarse asumiendo dos posiciones diferentes que
Drucker denomina “imitación creativa” y “judo del empresario innovador”. Con la imitación
creativa lo que hace el innovador es reproducir lo que ya está haciendo otro, ocupándose
de mejorar la innovación inicial, buscando sacar al mercado un nuevo producto en el corto
plazo. Por su parte, la estrategia de judo innovador conlleva menos riesgos y tiene mayor probabilidad de
éxito. Lo que se hace es encontrar puntos débiles en los lideres del mercado y hacerse fuertes en eso, una vez logrado este objetivo se intenta competir y derrotar al líder que sigue teniendo dichas debilidades.
Nichos ecológicos
Esta estrategia no aspira al liderazgo del mercado o de la industria, aspira al control. Aspira a obtener el monopolio en un campo pequeño. Las primeras dos estrategias son competitivas, esta cuando se emplea con éxito hace que el que las practique sea inmune a la competencia.
Cambiar las características económicas de un producto, mercado o empresa.
En las otras estrategias la finalidad era introducir una innovación. En esta estrategia la estrategia misma es la innovación. Convierte a eso ya establecido en algo nuevo, cambia su utilidad, su valor y sus características económicas. Lo hace Creando utilidad, modificando el precio, adaptándose a la realidad económica y social de los clientes y proporcionando al cliente lo que para el tiene valor.
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